martes, 17 de junio de 2014

LOS NUEVOS DIOSES DE AMÉRICA


LA CONQUISTA DEL IMPERIO AZTECA     
Cortés y sus hombres, frente a Moctezuma

Antes de hablar de las razones que motivaron la expedición de Cortés debemos contextualizar el momento histórico, en una América que empezaba a hispanizarse, usando La Española como trampolín de expedicionarios que marchaban hacia otras islas, como Cuba, Puerto Rico o Jamaica, así como empresas continentales en el istmo de Panamá. Los nuevos asentamientos españoles en las Indias vivían una situación grave, sobre todo de abastecimiento y de convivencia con la población nativa que no cesaba de hostigar a los europeos, empeñados estos en su empresa por civilizar aquellas tierras mesoamericanas. 
Tras la muerte de la reina de Castilla, Isabel La Católica y ante la incapacidad de la reina doña Juana de gobernar, se instituyó una regencia provisional doble en las personas del Cardenal Cisneros y el rey de Aragón Fernando el Católico, en espera del futuro rey Carlos V que estaba en Flandes. La Regencia duró desde el 23 de enero de 1516 hasta el 17 de septiembre de 1517, cuando asumió el cargo el Príncipe Carlos. 
Uno de los hechos más destacados de este periodo en lo que al ámbito americano se refiere fue el descubrimiento de la costa del Yucatán, México. 
Hernández de Córdoba
El descubrimiento de estas tierras estuvo respaldado y promovido por el gobernador de Cuba Diego Velázquez, quien envió una expedición y rescate en 1517 hacia las costas de "Tierrafirme" situadas a pocas leguas al occidente de Cuba. La misión se la encargó a Francisco Hernández de Córdoba, se fletaron tres naves que partieron de Santiago en febrero de 1517.
Esta expedición descubrió toda la costa yucateca a la cual, no tardarían en llegar los conquistadores, entre ellos Hernán Cortés.
Tras estos descubirmientos, el gobernador Diego Velázquez, organizó otro viaje de descubrimiento a cuya dirección estaría su antiguo secretario Hernán Cortés.
La Armada que debía marchar en busca de estas nuevas tierras por descubrir, estaba formada por 11 navíos y unos 550 de soldadesca. Partieron de Cuba en febrero de 1519 y llegaron hasta una zona donde se encontraron con unos nativos aztecas que les ofrecieron oro y materias preciosas. Cortés viendo que aquella cultura poseía enormes riquezas necesarias para el Imperio, decidió someterlos y convertir su territorio en soberanía española.
Cortés recién desembarcado dialogando con su intérprete y amante "doña Marina"
La primera acción en tierra de la expedición fue fundar un poblamiento que sirviera de base, sería la Villa Rica de la Veracruz, establecida en julio de 1519. Ese mismo año, en el mes de agosto, partió con 400 infantes, 16 jinetes y 7 piezas artilleras, apoyados por un contingente de indios totonacas.
Las primeras acciones bélicas del ejército de Cortés buscaban someter poco a poco a las poblaciones que se iba encontrando conforme avanzaba tierra adentro. En primer lugar, sucumbió Tlaxcala, convirtiendo a su población en vasallos y aliados. Más adelante alcanzaría la ciudad de Cholula donde tuvo que reprimir con sangre una rebelión que pretendía asesinar a las tropas españolas y sus aliados nativos.
Finalmente el 8 de noviembre de 1519, Cortés y los suyos entraron en la majestuosa capital azteca, Tenochtitlán. Los soldados españoles, acompañados por varios miles de aliados indígenas, quedaron maravillados por la enormidad de las estructuras arquitectónicas de la ciudad, así como por su tamaño. Las impresiones que suscitó la propia ciudad y sus gentes sobre los soldados españoles fueron plasmadas por uno de aquellos soldados, Bernal Díaz del Castillo. Pero la impresión positiva rápidamente quedó ensombrecida por el horror del que fueron testigos al observar el reguero de sangre que cubría la cima de los dos templos principales del recinto ceremonial, fruto de salvajes sacrificios a sus dioses.
La capital azteca era una enorme ciudad, construida sobre unos lagos y unida a tierra firme por unas calzadas que comunicaban con los núcleos urbanos cercanos.
Hernán Cortés y sus hombres entraron por una de las calzadas principales, donde fueron recibidos por el gobernante Moctezuma, engalanado este con sus mejores plumas y rodeado de un selecto séquito.
Encuentro entre Moctezuma y Cortés
El anfitrión los recibió como invitados privilegiados, alojándoles en un antiguo templo. Cortés y los suyos recorrieron la ciudad contemplando el enorme bullicio que sobre ella se cernía, con una actividad comercial trepidante y enormes riquezas circulando de mano en mano.
Cortés ambicionaba someter la capital del Imperio a la soberanía española y para ello ideó un ingenioso plan, consistente en apresar a la cabeza de poder y manejarla a su antojo y doblegar a la masa indígena.
En ese momento, llegaron a oídas de Cortés que había fuerzas españolas, dirigidas por Pánfilo de Narváez, enviadas por Velázquez que desembarcadas en "Tierrafirme" estaban dispuestas a buscarle y llevarle preso por incumplir su misión.




En respuesta, Cortés decidió ir al encuentro de las tropas de Narváez y enfrentarle.
Para ello debía dejar la recién conquistada Tenochtitlán  a uno de sus capitanes. El elegido fue Alvarado que con 120 hombres debía mantener la paz y el orden en la capital. Mientras Alvarado trataba de contener las rebeliones de los nativos que asesinaban esporádicamente a soldados españoles, en la costa Cortés derrotó a Narváez y los suyos, regresando con más tropas a la capital y apoyado por nuevas tribus fieles a la Corona. Pero la situación en Tenochtitlán había cambiado radicalmente, sumida en el caos, en el pillaje y en el crimen, los rebeldes aztecas habían acorralado la tropa de Alvarado.
En este punto, Moctezuma seguía en manos de las tropas españolas, así que se decidió utilizarle como moneda de cambio pero fue fortuitamente asesinado en medio de un tumulto. Ya nada se interponía entre los españoles y los aztecas para que estos últimos desataran toda su barbarie sobre los soldados de Cortés y Alvarado. Así pues, en la noche del 30 de junio (conocida como la "noche triste") Cortés ordenó evacuar la ciudad ante la situación de ingobernabilidad.
Plano de Tenochtitlán
El ejército comandado por Cortés y apoyado por sus aliados indígenas, hubo de retroceder hasta la ciudad fiel de Tlaxcala desde donde reorganizaría una contraofensiva para recuperar la capital. La estrategia ideada por Cortés reviste una maestría admirable al combinar una acción terrestre y marítima de desembarco.
Las operaciones bélicas comenzaron el 30 de junio de 1521 cuando una flota de Bergantines (embarcaciones de mediano tamaño) surcó las aguas del lago Texcoco, mientras al mismo tiempo una acción combinada de columnas de soldados indios y españoles arremetían vigorosamente contra los rebeldes en la ciudad.
Finalmente la batalla por recuperar Tenochtitlán concluyó el 13 de agosto, habiendo supuesto una demostración de bravura hispano-indígena, sumada a una innovadora estrategia bélica combinada, asediando al enemigo por todos sus flancos, marítimos y terrestres. El autoporclamado cacique azteca, Cuaúhtemoc, fue capturado y hecho prisionero.
Asalto de Cortés sobre la ciudad
Desde ese momento, se comenzó a separar la idea de Tenochtitlán como capital de un Imperio nativo, convirtiéndose en la nueva capital de una floreciente y próspera región que bajo el gobierno del Imperio español alcanzaría su máximo esplendor como urbe comercial, política y administrativa de la Nueva España, y posteriormente del primer Virreinato en suelo americano.
Finalizaba así el sometimiento de un Imperio de millones de habitantes, realizado por unos cientos de aguerridos soldados ibéricos, encabezados por Hernán Cortés que desafiando a la razón se adentraron en un mundo desconocido para incorporarlo a la grandiosidad del Imperio.
Hernán Cortés victorioso contempla la urbe azteca

miércoles, 4 de junio de 2014

DEL PRIMER TRIUNVIRATO A LA GUERRA CIVIL

LOS ÚLTIMOS AÑOS DE LA REPÚBLICA



Primer Triunvirato (62-52 a.C)
Las tensiones surgidas entre los componentes del "primer triunvirato" (especialmente entre Popmeyo y César) van a desembocar en el conflicto civil entre los personajes con más poder en la Roma del momento.
Durante esta alianza secreta que fue el "primer triunvirato", Pompeyo, Cesar y Craso, se apoyaron mutuamente para alcanzar sus objetivos personales. Se diferenciaban personalmente Pompeyo y Cesar de un modo evidente. Cesar había alcanzado su prestigio habiendo cumplido su "cursus honorum" (carrera política) que le había llevado hasta el Consulado en el año 59 a.C. Por su parte, Pompeyo se había cubierto de gloria gracias a su pericia militar en las represiones posteriores a la toma del poder por parte de Sila en el 82 a.C y posteriormente con la lucha contra la piratería y las revueltas de Lépido y Sertorio.
Cneo Pompeyo (106-48 a.C)
Con el comienzo del "primer triunvirato" en el 62 a.C se pone en práctica este nuevo poder fáctico que mostraría la inoperatividad de las instituciones republicanas y derivando a Roma hacia la solución personal, imperialismo.
Cuando se cumplieron los objetivos de cada triunviro a través de la influencia y poder que Cesar tenía como Cónsul durante el 59 a.C, éste decidió que era hora de poner en práctica sus aspiraciones. La principal reivindicación de Cesar era que se le concediera el gobierno de la provincia de las Galias hasta el 54 a.C. La razón de estas aspiraciones residía en que Cesar buscaba obtener un imperium que le reafirmara dentro de la élite política de Roma.
En las Galias, Cesar consiguió aplastar las revueltas de las tribus belgas en el 57 a.C, seguidamente acabaría con la sublevación general de los galos bajo el mando de Vercingetórix en el famoso "sitio de Alesia".
Cuando por fin ha terminado con todo foco de resistencia, Cesar había adquirido gran fama, comparable a la de Pompeyo.
Vercingetórix deponiendo las armas ante Cesar.
Tras el asesinato de uno de los triunviros, Craso, van a quedar solo Pompeyo y Cesar, será aqui donde comiencen las primeras fricciones entre ambos. Fue especialmente tensa la situación durante las elecciones consulares del año 53 a.C donde pugnaban claramente por el poder la facción de Cesar y la de Pompeyo. Los candidatos, siguiendo una tradición muy mediterránea, usaron el soborno como arma política, a la vez que enardecían a la plebe para que se levantara y provocara disturbios. En este cargado ambiente social se suspendieron las elecciones y el Senado decreto el Estado de Emergencia. El Senado decidió apoyarse en Pompeyo para dirigir la seguridad de Roma, en busca de un gobierno sólido que solo él podía garantizar.
Cayo Julio Cesar
Cayo Julio Cesar (100-44 a.C)

Desde Roma, Pompeyo comenzó a tomar una serie de medidas que perjudicaban a la persona de Cesar quien, desde las Galias, veía como se le cerraban las puertas al poder.
Pompeyo llevó a cabo una serie de medidas que perjudicaban especialmente a la élite romana, los populares. Esto hizo que muchos damnificados y oprimidos por las políticas de Pompeyo y el Senado vieran en Cesar la única solución a la creciente tensión e inestabilidad.
Para las elecciones del año 51 a.C, salen elegidos cónsules Sulpicio Rufo y Claudio Marcelo. El problema ahora recaía en que Cesar, desde las Galias, quería presentarse a Cónsul "in absentia" pero el Senado no aprobaba esta idea.
A través del soborno, Cesar convence a algunos senadores y cónsules del 50 a.C para que plantearan la idea de que Cesar volviera a Roma pero tanto él como Pompeyo debían renunciar a sus mandos militares. Era una buena solución al clima pre-bélico pero no salió adelante.
De manera inesperada, el Cónsul Marcelo tomó una decisión unilateral y encargó a Pompeyo preservar la República y sus instituciones frente a la amenaza cesariana. Se le otorgó el mando de todas las tropas de Italia, así como poderes extraordinarios, la situación parecía requerirlo. El Senado decretó licenciar el ejérctio de Cesar pero obviamente éste no aceptó el decreto y se preparó para la guerra, no sin antes hacer una última proposición al Senado:
-Renunciar a las provincias galas.
-Licenciar a nueve de sus legiones, quedándose con una solo, la XIII Legio.
A pesar de que esta oferta perjudicaba al propio Cesar puesto que le dejaba sin fuerza militar, era el único camino hacia su objetivo principal, presentarse a las elecciones a Cónsul "in absentia". Pero el Senado decretó un "senatus consultum ultimum" anulando las garantías institucionales y activando la represión, al mismo tiempo que destituía a Cesar como gobernador.
Vadeado del río Rubicón por Cesar y su XIII Legio.
Estos hechos constituían prácticamente la declaración de guerra. Cesar, sabedor de su prestigio entre sus soldados, los cuales le seguirían hasta la muerte antes que obedecer al Senado (ejemplo de las clientelas militares) movilizó a sus tropas y el 10 de enero del 49 a.C cruzó el río Rubicón, entrando en Italia y dando comienzo así a la Guerra Civil.
La lucha por el poder absoluto que ambos buscaban, dinamitaría definitivamente la existencia de la República, poniendo punto final a su existencia.
Mapa de las campañas de César una vez comenzada la contienda civil contra Pompeyo.

martes, 3 de junio de 2014

REPÚBLICA ROMANA- CRISIS REPUBLICANA





CRISIS REPUBLICANA



En el año 133 a.C, se va a abrir un nuevo periodo de la historia de Roma, la República Tardía que comenzará con el tribunado de Tiberio Sempronio Graco y que durará hasta el 44 a.C cuando se produce el asesinato de Cesar.
Los siglos II y I a.C van a estar caracterizados por la aparición y pervivencia de unos problemas sociales, económicos y sobre todo políticos que van a hacer de Roma una entidad políticamente inestable, con continuas luchas por el poder.
Es importante justificar las causas de esta inestabilidad política que irá socavando poco a poco los pilares de la República. En los años 50 del siglo II a.C la cohesión de la que había gozado el Senado romano hasta entonces a la hora de tomar decisiones, se va a ver alterada por la ruptura dentro de la élite romana. Asistimos a la conformación de dos facciones políticas, los optimates y los populares. Estas facciones nada tienen que ver con los partidos políticos actuales, eran grupos de poder que se ponían de acuerdo en aspectos puntuales.
A grandes rasgos, los optimates representaban lo tradicional, defendiendo los privilegios habituales del Senado, frente a ellos se encontraban los populares que se habían erigido como portavoces de las reivindicaciones de la plebe, en especial del grupo de los équites o caballeros. Este grupo adinerado por su actividad comercial y recaudadora, va a ir pidiendo paso dentro de la nobilitas romana, pero sus componentes, los senadores, se enrocarán sobre sí mismos para evitar un reparto de sus privilegios.
El debate político en ese momento en la República es muy tenso, a causa de dos aspectos que reivindican los populares en el Senado, en representación de la plebe. Estos dos puntos que más controversia van a provocar en el seno de la sociedad romana hasta la caída de la República son los siguientes:

1º- Control sobre los gobernadores provinciales: Debido a la expansión territorial, se van a crear provincias, como medio de organización administrativa. Cada provincia estaba dirigida por un magistrado que ejercía su imperium (poder). Debido a este imperium no tenían limitaciones de ningún tipo, lo que llevó a que muchos gobernadores cometieran excesos y abusos sobre sus gobernados. Para acabar con estos abusos que socavaban el poder y la reputación de la República, se crearon tribunales especiales para juzgar a estos gobernadores, aplicando la "lex calpurnia de repetundis" del 149 a.C. Pero como los jueces eran miembros de la nobilitas senatorial y no eran independientes, las sentencias eran muy livianas y se limitaban a devolver lo extorsionado.
A la larga los tribunales serán muy importantes y serán un punto crítico en la lucha por el poder.

2º- Solución a la cuestión de las reivindicaciones de ciudadanía desde los aliados italianos: En la península itálica había romanización pero la ciudadanía no se le había otorgado a los pueblos itálicos ya que se consideraba un derecho privativo de los habitantes de la urbe romana, entendido como un verdadero privilegio. Desde las provincias, continuamente se van a pedir concesiones de derechos con vistas a alcanzar la plena ciudadanía romana, pero el Senado, siempre reticente a las reformas, se negará en rotundo. Esta actitud inmovilista provocará conflictos armados, como la "guerra social de los aliados" contra Roma.
Imagen: en la "guerra social", umbros y samnitas se alzarán contra Roma por el asunto de la ciudadanía.
Pero la crisis tardorepublicana no va a ceñirse solo a estos dos aspectos, también supuso un duro golpe socioeconómico a la República. La base de la economía romana, los campesinos y sus pequeñas-medianas explotaciones agrarias van a sufrir un duro golpe en este periodo. El ejército romano se nutría exclusivamente de ciudadanos que formaban las legiones, aunque también se apoyaban en tropas de los aliados itálicos como auxiliares.
Cada ciudadano romano debía servir al ejército de la república y costearse su armamento. Pero precisamente por esta condición, muchos ciudadanos no podían engrosar el ejército porque había un umbral de riqueza, a partir del cual todo aquel que tuviera una riqueza mínima establecida, debía servir en el ejército. Estos soldados/ciudadanos eran conocidos como los adsidui. 
Pero con el aumento de los conflictos, tanto internos como externos, se irá bajando el listón para entrar a formar parte de la Legión.
Entonces, el asunto de la crisis socioeconómica, está íntimamente relacionado con este aspecto de tipo militar. La razón, todos los campesinos que acudían a filas abandonaban o dejaban sus campos de cultivo deteriorándose. Las bajas en combate de estos campesinos/soldado provocará que muchos campos de cultivo queden a la deriva sin cultivar.
Como consecuencia de tan nefasto resultado, muchos campesinos, en el mejor de los casos se empobrecerán y en el peor, perderán sus propiedades. Estas propiedades pasarán a manos de los ricos terratenientes que por su condición social no combatían en las guerras, así pues acumularon mayores propiedades en sus manos dando lugar a las nuevas "villae" catonianas que incorporaban esclavos a los que no había que pagar, mucho más rentable que emplear a ciudadanos romanos autóctonos que sí cobraban por su esfuerzo. Con este panorama social y económico se toparon todos aquellos que sobrevivían a las guerras y que al volver a sus terrenos ya nada era como lo dejaron.


Todos estos aspectos de la crisis republicana serán abordados por los sucesivos consulados que sobrevendrán a partir del 133 a.C, comenzando con los hermanos Graco, hasta la caída de la República que herida de muerte desde la década de los 80 sucumbirá finalmente en el 44 a.C.