sábado, 24 de agosto de 2013

El desastre italiano en el Norte de África (I)

La funesta relación del Reino de Italia con Libia comenzó tras la invasión llevada a cabo por las tropas transalpinas en 1912 aprovechando la debilidad militar y política del Imperio Otomano en la zona. Hasta ese momento, el Imperio Otomano había mantenido un dominio más o menos estable en la zona, pero sin ningún interés en especial. Italia, tras la Conferencia de Berlin (1884), mediante la cual se hacía un reparto de territorios coloniales entre las principales potencias europeas, quedó fuera de este reparto por haber "llegado tarde" al ser una nación de reciente creación y fijó sus objetivos y aspiraciones coloniales en aquellos territorios semi-libres (como la Somalia), libres (como Abisinia) o con dominantes débiles (como Libia).
El primer paso lo dio la diplomacia italiana mando un acuerdo con el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, mediante el cual se establecía que la ciudad de Massawa (Massaua en italiano) en la actual Eritrea, sería el punto de inicio del Imperio colonial italiano que se estaba empezando a gestar. Todo esto ocurrió a finales del siglo XIX, apenas 30 años después de la recién unificación italiana.
A partir de aquí los hombres de negocios italianos, apoyados por el gobierno, se hicieron con los puertos más importantes de la costa somalí y del golfo de Adén. Antes de acabar el siglo XIX, las tropas italianas ya habían entablado combate con fuerzas etíopes en su afán por adentrarse tierra adentro y conquistar el altiplano.
Transcurridos unos años de asentamiento poblacional y de explotaciones italianas en la zona, se llegó al final de la Primera Guerra Mundial. El hecho formal que puso punto y final a esta terrible guerra fue el conocido como "Tratado de Versalles" según el cual ,entre otras cosas, se establecía un reparto de las posesiones coloniales y continentales en Europa de los países vencidos, en especial de Alemania. Fue asunto de discusión entre Francia e Italia el reparto de los territorios en África tras la capitulación germana. Los intereses tanto de Francia como de Italia se centraban en países centro-africanos como Camerún y Sudán.
 Finalmente la balanza se decantó del lado de Francia, la cual, se hizo con el control de la antigua colonia alemana de Camerún. El Reino de Italia tan solo obtuvo el control absoluto sobre la región de Jubaland (cuerno de África) y una redefinición de los límites de Abisinia con Sudán y Kenia ganando unos pocos kilómetros de importancia prácticamente insignificante.
La situación se mantuvo estable hasta la llegada del fascismo al poder en Italia. Seguido de la "marcha sobre Roma" y del ascenso de Benito Mussolini como cabeza de poder del movimiento fascista y del gobierno.
Las expectativas italianas, en cuanto al panorama colonial se refiere, cambiaron radicalmente en base al ideario radical del fascismo planteando el imperialismo y el militarismo como espina dorsal de la expansión de sus áreas de influencia y poder en África.
Mussolini buscaba ampliar sus dominios en el continente negro pero siempre evitando enemistarse con Reino Unido, sabedor de su flagrante inferioridad tanto militar como económica. Según esto fijó su interés en la otra orilla del Mediterráneo, en Libia.
Durante años Libia había sido colonizada por cientos de miles de agricultores, ganaderos y humildes italianos que eran enviados a Libia como punta de lanza de una colonización demográfica. El clima mediterráneo y las facilidades ofrecidas por el gobierno de Mussolini para el asentamiento y explotación de grandes áreas de terreno, favoreció el ingreso de 120.000 italianos (el 13% de la población de Libia).
Por supuesto el pueblo Libio no permaneció impasivo ante esta incursión europea en sus tierras, por lo que llevaron a cabo una guerra de guerrillas liderada por los beduinos que duró hasta 1922 cuando se declaró pacificado el territorio libio.
En los años sucesivos se llevaron a cabo una serie de operaciones militares en Abisinia para eliminar los últimos reductos de resistencia a la presencia italiana en aquellos territorios. Este proceso concluyó el 5 de mayo de 1936 con la ocupación de la capital, Addis Abebba, y la proclamación del imperio italiano y la coronación del rey Victor Manuel III como emperador, suponiendo un garante de poder junto a Mussolini.
Antes de esta estabilización y tras ella, se llevó a cabo una intensa política de emulación del Imperio Romano por parte del sector más fascista del gobierno. A grandes rasgos, este ideario político imperial, se basaba en la recuperación del control de los países ribereños del Mediterráneo por parte de Italia. El proyecto en sí, diseñado por Mussolini, era conocido como "la Grande Italia". Incluso antes de que el "Eje Roma-Berlín" entrara en crisis a partir de 1943, se llegó a un "estatus" de dominio militar italiano en grandes áreas del Mediterráneo, como fueron Albania, Libia, Túnez, Córcega y las islas del Dodecaneso.
Durante los años de control italiano se llevaron a cabo grandes obras arquitectónicas a través de la ampliación y mejora de las infraestructuras de comunicación(puentes, vías férreas y carreteras) así como la construcción de edificios gubernamentales.
La cordialidad y buenas maneras de los italianos les revertieron en buenas relaciones con la población nativa, la cual, no se cuestionaba la presencia de sus nuevos dominantes.
Los nuevos colonos italianos en el medio rural libio copaban las mejores zonas de cultivo de las que obtenían buenas cosechas. El bienestar que se respiraba al otro lado de las costas del sur italiano hizo que cada vez más colonos llegaran a Cirenaica y Tripolitana, las dos provincias que conformaban Libia, tal como lo ideó el famoso Italo Balbo, gobernador de Libia en 1934.
Todo el progreso y bienestar que se respiraba en Libia bajo la gobernación de Balbo se vio frustrado por la declaración de guerra por parte de Mussolini a Francia y Reino Unido y las posteriores hostilidades iniciadas en Junio de 1940 contra estos últimos.
Las tropas italianas abundantes en número, compuestas por 250.000 efectivos se adentraron en el desprotegido Egipto británico en el que había una guarnición de 35.000 británicos. Los italianos mantuvieron un avance consolidado debido a la retirada voluntaria de los británicos hasta una zona donde fortificarse. Sin embargo, el avance italiano se detuvo por si solo en Sidi Barrani, ante el temor de estirar en exceso las líneas de aprovisionamiento. En este lugar, en pleno desierto, las numerosas tropas de infantería italianas, apoyadas por la magnífica artillería que poseían, se atrincheraron y fortalecieron sus posiciones a lo largo del frente en Egipto. La disposición de los campamentos probablemente fue una de las razones por las que el ejercito italiano sufrió una de sus mayores derrotas en la guerra, si bien es cierto que en 1941 el Deutsches Afrika Korps llegó en misión de ayuda y socorro de los italianos en retirada para enmendar los errores italianos.
La cabeza del poder militar de las tropas italianas en el frente egipcio era el mariscal Graziani, veterano de la Guerra Civil española y reputado militar.
El error cometido por los italianos fue la disposición de sus campamentos a lo largo y ancho del desierto. Se trataba de cientos de kilómetros de trincheras, pozos de tiradores y posiciones de artillería separadas las unas de las otras de modo que dejaban un espacio importante para la filtración enemiga. Semejante oportunidad no fue desaprovechada por los británicos que sorprendieron a los relajados y ociosos soldados italianos que se habían mal acostumbrado a la guerra en las trincheras sin experimentar avance alguno.
Se puso en marcha la "Operación Compass" que supuso una de las mayores ofensivas aliadas durante la segunda guerra mundial y que, sin duda, supuso el principio del fin para el Eje en su lucha contra los británicos. Así pues y aprovechando la noche para sorprender a las posiciones italianas, los carros británicos apoyados por su infantería atacaron mermando y desmantelando las defensas italianas.
En las semanas siguientes, el décimo ejército italiano se batió en retirada a lo largo de la costa de Libia y abandonando algunas de las ciudades más importantes como Tobruk.
Los italianos huían por la carretera de la costa y los británicos, sabedores de dichos movimientos, se adentraron por el desierto para interceptar al grueso de las tropas italianas.
El resultado fue que el ejército italiano perdió 130.000 hombres en cuestión de prisioneros así como 400 carros de combate y casi 2000 piezas de artillería.
Los británicos alcanzaron la ciudad de El-Aghelia cuando recibieron ordenes directas de su "premier" Winston Churchill para detener su avance y enviar refuerzos a la campaña en Grecia y los Balcanes, acosados en ese frente por la "Blitzkrieg" de la Wermacht.
En ese preciso momento Hitler ordenó a Erwin Rommel la puesta en marcha de la "Operación Sonnenblume", consistente en la reconquista de los territorios perdidos por las tropas de Mussolini y en la persecución de los británicos hasta El-Cairo y el Canal de Suez.
El cuerpo expedicionario alemán, conocido como Afrika Korps, compuesto por la 5º División ligera y la 15º División Panzer, desembarcó en África y se establecieron en el frente de El-Aghelia.
Rommel tomó la iniciativa sin tener sus efectivos al completo e inició la ofensiva contra los británicos y su 2º División acorazada que se batió en clara retirada. Durante el mes siguiente, el Afrika Korps dio caza a los británicos por la carretera de la costa y el interior de Cirenaica.
Finalmente los británicos se vieron copados por las tropas del III Reich y del astuto Rommel, apodado "el zorro del desierto", y cayendo prisioneros, incluyendo al General O´Connor, comandante en jefe de los británicos.
Finaliza aquí la primera entrega de "El desastre italiano en el Norte de África" centrada en la colonización y asentamiento de los italianos, las primeras hostilidades, la flagrante derrota a manos de los ingleses y la ayuda prestada por Rommel.
En la siguiente entrega analizaremos los aspectos bélicos continuando cronológicamente con el desarrollo de las hostilidades y la finalización del conflicto en el Norte de África.